lunes, 30 de mayo de 2011

Bacterias que se cuelan en el quirófano

Pocos días después de recibir un implante mamario, Mónica Díaz* supo que algo no estaba bien en su cuerpo. El dolor y las manchas oscuras en su pecho evidenciaban la aparición de una infección que la mantuvo varios días en el hospital.

Allí los médicos le explicaron que su infección se había originado en el momento mismo de la intervención, debido a una peligrosa bacteria alojada en algunos de los equipos médicos de la ciudad.

Esta delicada advertencia tiene tanto de cierto como de artificioso. Sí, en los hospitales de Medellín se han detectado peligrosas bacterias como la KPC, el enterococo, la acinetobacter baumannii o la escherichia Coli. Pero no, no significa esto que la ciudad sea blanco de un enconado ataque bacteriano.

Para Diana Marcela Restrepo, enfermera jefe y epidemióloga del Hospital San Vicente de Paúl, quizá hayan sido detectados o no, tal vez hayan generado infecciones o hayan sido inocuas, pero por todos los centros médicos de la ciudad han pasado estas y otras bacterias peligrosas para la salud de los pacientes.

Riesgo inevitable
"En todos los hospitales hay bacterias y riesgo de infectarse", asegura Restrepo. Pero así como los microbios patógenos habitan los centros médicos, también hay un equipo epidemiológico encargado de monitorear y controlarlos.

A veces, pese a los cuidados, las bacterias llegan hasta el paciente y generan infecciones. Entre otras razones, por la cercanía con otros internos, la contaminación de algún instrumento o incluso por el contacto con los médicos.

Por esto, Diana Marcela Restrepo recomienda que los mismos pacientes le pidan a los doctores que se laven de forma adecuada las manos antes de que los examinen, especialmente cuando hay intervenciones quirúrgicas de por medio.

"La piel es una barrera que protege contra los microorganismos. Cuando te operan, tienes una puerta abierta para que éstos entren", asegura.

Las infecciones nosocomiales -producidas dentro de los centros de atención médica- son, en palabras de esta epidemióloga, "un riesgo que todo paciente corre".

Sin embargo, este peligro es ínfimo según los cálculos de la Secretaría de Salud de Medellín. Menos de un uno por ciento de quienes ingresan a un centro asistencial, calcula el epidemiólogo de la alcaldía Fernando Montes, terminan infectados. Curiosamente, la real peligrosidad de las infecciones nosocomiales se cocina muy lejos de los hospitales.

Asunto global
Tal vez la alerta que lanzaron los médicos en el caso de Mónica Díaz, la paciente que recibió el implante mamario, tenía que ver con la aparición de la Klebsiella Pneumoniae (FPC), una peligrosa bacteria que ya ha sido detectada en Medellín y que al parecer estuvo detrás de algunas muertes en la ciudad de Bogotá.

En Uruguay, el reciente fallecimiento de una persona que tenía esta bacteria multirresistente en su organismo causó conmoción entre la población.

Más que encender las alarmas por este microbio, pues hay muchos más que representan igual o más riesgo, los expertos recomiendan un mejor uso de los antibióticos.

De hecho, ante la masiva compra de medicamentos, el gobierno uruguayo tuvo que limitar su venta por el "constante abuso de la población".

Bacterias que hasta hace unos años eran fácilmente eliminadas, hoy son muy resistentes a los fármacos básicos. Cada vez que usted se toma a medias el antibiótico prescrito o se automedica, está contribuyendo a fortalecer los microbios, pues éstos se adaptan a las medicinas y cada vez se hacen más resistentes.

"El uso desmedido de antibióticos, sea por mala, sobre o autoformulación, lleva a que los microbios generen mecanismos de resistencia. En el tiempo esto se manifiesta en la inefectividad del antibiótico", afirma Montes.

La alerta ante esta situación viene de la Organización Mundial de la Salud, organización de la ONU que dedicó este año a la resistencia a los antimicrobianos. *Nombre cambiado.
» Contexto
1. Los fumadores, diabéticos, adultos mayores o pacientes inmunosuprimidos son los más propensos a padecer una infección nosocomial.

2. Los casos más graves se manifiestan en problemas intraabdominales y ostiomielitis, enfermedad que ataca los huesos.

3. Solo en Bogotá se tiene una monitoreo estatal. La Seccional de Salud investiga estas infecciones en hospitales si hay una denuncia previa.

4. El Ministerio de Protección trabaja en un proyecto piloto para la implementación de un sistema al que se le reporten estas infecciones.

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